Seguramente ya empezaste a decorar tu casa para las fiestas decembrinas, pero ¿te has puesto a pensar en cómo afectan estos adornos a tu lomito? Hay luces y adornos por doquier, lo cual también significa que los peligros potenciales se acentúan. Aquí te dejamos algunos de los peligros más comunes y cómo evitarlos.
Regalos peligrosos: Ciertos regalos, como los teléfonos celulares, con frecuencia llaman la atención de algunos peludos, hasta el punto de destrozarlos con sus dientes y tragar sus componentes. Por eso te recomendamos que mantengas a tu peludo alejado de juguetes y regalos pequeños o que tengan piezas pequeñas.
Adornos de Navidad: Algunos adornos navideños pueden tener filos cortantes y, si se rompen, pueden provocar cortes y heridas a tu peludo. Hay que intentar no usar este tipo de decoración navideña, que no solo pondrá en riesgo a los animales, sino también a los niños de la casa. Otra forma de evitar incidentes es impedir el acceso de tu peludo a la zona donde se encuentra el árbol de Navidad. Para ello, puedes utilizar una malla.
Cables y luces de Navidad: Las luces son uno de los adornos navideños más típicos y presentes en muchos hogares. Sin embargo, pueden llegar a ser un peligro para tu peludo, ya que van con electricidad y un mordisco en un cable puede suponer una descarga eléctrica para tu peludo, que le puede provocar quemaduras. La desconexión de los adornos lumínicos cuando está solo en casa es la mejor forma de evitar accidentes. También se puede esconder el cable bajo una alfombra para que no lo mordisquee.
Intoxicaciones por comida: Las intoxicaciones originadas por alimentos perjudiciales para la salud del perro, como el chocolate, suponen un gran peligro navideño. La ingesta de carne o huesos puede provocar en tu peludo problemas gastrointestinales. Por otro lado, es importante que informes al respecto a tus visitas. Los niños y el resto de familiares y amigos deben evitar ofrecer a tu peludo dulces u otros alimentos que pongan en riesgo su salud.
Y recuerda que debes tener a la mano el número de tu médico veterinario de confianza por si llega a ocurrir un accidente.